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en el día del contador: la decisión de don Félix

Por: José Mendoza Jiménez 
"Yo estudié contaduría pública porque era la única carrera que existía en la universidad de Cartagena en la nocturna. No sabía qué era eso ni para qué servía. 
A la edad de 13 años mis padres se trasladaron de santarosita de antioquia donde nací a sincelejo. Empecé a estudiar en una escuela donde no me habían matriculado porque ya ahí tenía una novia. Como no me llamaban a lista, una vez le pregunté al profesor. Y este citando a mis padres, procedió a inscribirme. Mis hermanos molestos conmigo porque no estudiaba en la escuela donde me habían matriculado, me quitaron el apoyo. 
Una vez terminado el bachillerato en el instituto nacional Simón araujo, envié por correo la inscripción para ser admitido en la universidad de Cartagena desde sincelejo. 
Supe de la existencia de un familiar político en la ciudad heroica, el "viejo" Arrieta, ya fallecido, pues era el esposo de una hermana de mi mamá. Al llamarlo me hice pasar como hijo de él, él se asustó preguntándome qué había pasado por la casa. Al manifestarle la verdadera intención de que quien lo llamaba no era su hijo sino el hijo de su cuñada para ver si me daba alojamiento en su casa mientras yo me ubicaba en Cartagena. Él se entusiasmo' mucho y me respondió: ¡no señor, usted no se viene a vivir mientras se instala en Cartagena ;usted se viene a vivir a mi casa, pues a mí me gusta mucho la gente que quiere estudiar y salir adelante y ser alguien en la vida, me respondió.  
Al salir favorecido, también debía resolver mi situación militar. Ya me había inscrito en el distrito número 14.hablé con el jefe de admisiones y éste me manifestó que la única forma de apartarme el cupo era que el distrito número 14 me diera una certificación. Como todavía no me habían llamado, lógicamente ellos no lo podían hacer, pues no sabían si yo salía apto o no. 
Regrese' a la oficina del jefe de admisiones y ante su negativa, me enfurecí con él y de su oficina salí llorando, no sin antes espetarle: ¡quién sabe para quién tendrá reservado usted ese cupo!.
Luego fui llamado a prestar el servicio militar. Una vez terminado me volví a inscribir donde fui admitido con un alto puntaje del icfes.lo más triste fue que no conté a mi disposición con el valor que tenía que pagar de la matrícula. 
¡retiré mis papeles como si nunca hubiera hecho la vuelta! 
Estando en sincelejo me salió un trabajo para laborar en Cartagena. A los tres meses de estar laborando cerraron el almacén donde trabajaba. Mis recursos monetarios escaciaban. Del edificio la torre en el sector de la matuna donde vivía pensionado, le pregunté al carretillero por cuanto me transportaba el equipaje hasta los transportes intermunicipales que quedaban al pié del castillo San Felipe de barajas, y él me dijo que 500 pesos. Le dije que le daba 200 pesos para que me alcanzara para los pasajes y le ayudaba con la carretilla, aceptandome la oferta. 
Continuará. 

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