Por: José Mendoza Jiménez
Como comúnmente se dice de una situación difícil asumida con gallardía en medio de la pesadumbre, la procesión va por dentro .En cuanto al futuro del país que es lo que más interesa, me atrevo a decir que se va despejando el camino que deseamos recorrer.No estoy soñando y si así fuera, como en el sueño de Martin Luther King, otras serán las generaciones favorecidas .Hablo de un país más justo para todos, de la justicia verdadera, con equidad. Hablo de paz.Y de eso trata la diligencia. No será fácil, pero abogar por una verdadera justicia, nunca estará de más. Y cada generación tendrá sus motivos válidos para exigirla y llevarla a un mínimo de perfección si así lo amerita. La justicia es la paz y por la paz cualquier sacrificio digno valdrá la pena.
En una carta que le envié al entonces presidente de la república Juan MAnuel Santos, le sugería crear con los recursos de Familias en Acción- sin acabar con el programa- el banco para las mayorías. Las mayorías aquí en Colombia, pertenecen a la clase pobre o a una clase media que no tiene fácil acceso al préstamo de los bancos. Me alegra saber que hay un proyecto en ese sentido en el Parlamento que busca quitarle el mercado a los gota a gota. O sea, ampliar la bancarizacion. Y obligar a prestar sin tantas trabas a quienes hoy sólo obtienen su rechazo. Le propuse devolverle a los asalariados lo que la ley Uribe les recorto: las horas extras, el recargo nocturno, etc,con la excusa de crear más empleo. Hay un proyecto de ley en ese sentido que pasó por alto conquistas laborales a través de la historia de la clase trabajadora. Lo que se logró no vale la pena mencionarlo. Pero si, cuando al pueblo se le quita lo logrado, más difícil es devolverselo de nuevo. Le propuse ponerle límites en el tiempo a los morosos en las centrales de riesgo como Datacredito y otras, en la permanencia de la información negativa paguen éstos o no. Me dirán que soy facilista y no hay tal. Facilistas son quienes han encontrado en el Estado sumiso, la forma perfecta de perjudicar a quien ha caído en desgracia, sin ejercer su labor de cobranza para recuperar el dinero. Esa ley Habeas Data, está hecha a imagen y semejanza de los que tienen plata, y avalada por la Corte Constitucional. ¿quien escuchó a los deudores afectados en su derecho a la "reinserción" económica y a la vida? Si quién cómete un delito o un crimen tiene limites en la pena al ser condenado, igualmente debería haber un límite de permanencia en las centrales de riesgo para los morosos y no la pena de muerte financiera que más lo asfixia para poder pagar sus deudas. Y la pena de muerte financiera es algo peor, es una pena perpetua sino se cuenta con los recursos económico para saldarla. Algunos morosos lo que requieren es "ayuda" y no muerte financiera para seguir adelante. Ahora, si el deudor moroso cancela la deuda, lo correcto sería ser borrado inmediatamente de la información negativa y no esperar a dos años para que se haga efectiva la medida.¿que más sanción que el tiempo que lleva de reportado?
Continuará.
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