Por: José Mendoza Jiménez
Continuación
Ahora nos corresponde a nosotros. En medio de una pandemia llamada (covid-19),mortal como ninguna otra por su efecto altamente contagiosa ;miles de asistentes de la medicina, médicos, enfermeras, asistentes hospitalarios, entregan su vida al cuidado de los enfermos para salvarles la vida. Lamentablemente, no todos lo lograran, pero el esfuerzo que hacen es descomunal y no habrá como remediarselo. Detrás de ellos igualmente, en tono silencioso, un ejército de científicos y voluntariosos, que nos lleve a superar este impasse que nos mantiene a la expectativa de qué va a pasar con el enemigo invisible ;en un ingente labor de entrega en equipo por sacar adelante la vacuna. Un físico visionario como Elon Musk, supervisaba desde el centro espacial Kennedy, Florida, el lanzamiento inicial de su primera misión tripulada hacía la Estación Espacial Internacional IIS(por sus siglas en inglés) ,después a la luna y Marte, mas adelante. Mientras tanto, una muchedumbre enardecida, sofocaba su euforia, derribando monumentos, despreciando los hechos histórico que reseñan o registran los pasos del hombre ;saqueando y destruyendo como el covid-19,las esperanzas de muchos, ya de por si afectadas con el confinamiento obligatorio al que hemos sido sometidos por las autoridades. El detonante, la muerte del afroestadounidense George Floyd por parte de un policía blanco en EE.UU.
Si deseamos cambiar el presente de verdad, debemos apoyarnos en las conquistas de nuestros antepasados para lograrlo sin destruir.
No necesitamos cambiar el pasado. Necesitamos cambiar el presente sin desviarnos en el objetivo deseado que reivindique la justicia en presente sin caer en el círculo vicioso que no conduce a ninguna parte después de apaciguado los ánimos.
Articulito: Hoy, si somos honestos y nos miramos en el espejo, podríamos juzgar bien o mal nuestros actos o acciones de exacerbar los ánimos por la exclusión o discriminación sin la menor responsabilidad ante la pandemia.
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