Por: José Mendoza Jiménez
Continuación
Además, el paso de los años nos va cubriendo de gloria y valoramos más la vida, no solo por lo que hay que luchar para llegar si no para sostenernos y lo bendita que es. Y en los últimos veinte años las tecnologías de la informática y comunicación han dado un salto gigante en todos los ámbitos del conocimiento, que ya esos métodos hoy son pasado. Hoy desde el computador o un teléfono celular mucha de esa labor se realiza de manera virtual, sin tanto desplazamiento personal.
Como una parte de mi vida ha transcurrido en las vías, siempre me ha llamado la atención la invención de ese aparato que alguien se ideó para hacernos más fácil la vida y porque si alguien se apersona de la vía como un derecho connatural, somos precisamente nosotros los humanos si andamos en vehículo o a pie como peatones. Nos apersonamos tanto que pensamos que a los demás no les corresponde ese mismo derecho, y el semáforo da a cada quien sin discusiones. Perfeccionados con las cebra, el semáforo peatonal que accionamos cuando necesitamos pasar, el semáforo inteligente que nos indica que es nuestro turno para seguir.
El primero de enero fue un día feriado, por lo tanto el tráfico automotor estaba manejable. En el recorrido que hicimos desde San José de los Campanos hasta el Pie de la Popa, contamos unos doce semáforos, de los cuales solo dos en luz verde. Observaba que el acompañante cada vez que los cogíamos en rojo, murmuraba. Justo una cuadra antes de llegar a destino encontramos el último en rojo. Me devolví hacia él y le dije: "Que bendición es el semáforo que habiendolos encontrado casi todos en rojo, ya llegamos sin contratiempos "."SI, me dijo él, lo que pasa es que uno se desespera pero lo mejor no es llegar sino saber hacerlo ".Me estaba dando la razón en la lección aprendida del semáforo. Ahora todo es más rápido, Sinembargo, la gente vive de afán y el semáforo está ahí para recordarnos que por mucho afán que tengamos debemos parar para darle a los otros el mismo derecho que tenemos cuando nos lo indica.
Articulito: Foto Bellas Artes tenía un eslogan que a mi me gustaba mucho: El archivo social de Cartagena. Ahora se lo han cambiado por el de: Su imagen en nuestras mejores manos. Ambos hacen referencia del profesionalismo de sus fundadores: Antonio de Jesús Alba y doña Cecilia de Alba, hoy regentado por sus hijos, quienes continúan con la tradición del esmerado servicio y sigue siendo el archivo social de la ciudad.
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