Por: José Mendoza Jiménez
El enemigo mas grande que tienen los suricatos es el águila marcial, pero también el chacal espalda negra, con el que conviven en la selva, entre otros depredadores, y de los que se cuidan de especial manera. La clave está en divisarlos a la distancia, para evitarlos corriendo a las madrigueras. Sumo cuidado le genera el águila marcial, entre otras aves rapaces, que con sus binoculares los detecta a larga distancia para no caer en sus garras asesinas.
Los enemigos de los suricatos nuestros los hay en todas partes, desde la legalidad hasta la delincuencia que no los considera sino para su fin. ¡media en ellos su supervivencia a costa de los mas débiles! Los suricatos nuestros están avisados, Sinembargo, son presa fácil de los depredadores que en nombre de la ley o por fuera de esta, se aprovechan de ellos, como aves inofensivas, y nisiquiera aquellos que se consideran invulnerables porque estan con todos sus papeles en regla o con la coraza que les protege, entre otros los tacanes o hicoteas, corren con mejor suerte ;de algo se pegan las águilas cuando lo quieren, inclusive sino tienen hambre. Si llegaran a caer en las garras de las águilas rapaces, cargan con ellos y desde la altura en caída libre, lo dejan caer contra la roca. El águila marcial baja a ver cómo quedó su víctima y encuentra presa regada por toda la superficie que empieza a asegurar sin mucho afán.
Para los suricatos nuestros la ley que los favorece es inocua y no los tiene en cuenta como debe ser. Porque todos quieren hacer con ellos el parrandon.
Vean éste caso tal como lo describió EL Tiempo (24/ 12/ 2014) :"el lunes en la noche ",de la semana pasada, "dentro de una estación de Transmilenio, en medio de un atraco ",.mientras" esperaba una ruta en el segundo vagón de la estación de la avenida Caracas con calle 39 ",el joven Carlos Alfredo Cayon de 22 años de edad fue apuñalado "en su rostro y espalda ",para robarle "un celular de alta gama "."fue muy dramático. Solo una mujer me dijo que estaba sangrando mucho y me puso una servilleta en la cara. Después, tomó su ruta y se fue. Al resto de la gente no le importó. Incluso, un policía se fue para el otro vagón ".Lo que mas me llamó la atención de este valeroso ciudadano de Gamarra (Cesar) que "lleva más de dos años en Bogotá "en busca de mejores "Oportunidades de trabajo ",hasta esa fecha en que le aconteció la lamentable situación, es su determinación para quedarse en la capital "a pesar de lo que pasó, no me quiero ir. Aquí están las mejores oportunidades ".Como dijo el jefe espiritual a los suyos: viviremos amedrentados por los mas grandes, pero sobreviviremos.
Continuará
Comentarios
Publicar un comentario