Por: José Mendoza Jiménez
El justo cuida a sus animales, pero el perverso es cruel con ellos- proverbios 12:10
Azorado por la cantaletera de su esposa por la tenencia de los dos perros en casa, Mateo un frespuder y Thor, un labrador enrazado con criollo ;don Gumercindo empezó a pensar en el plan para deshacerse de uno de ellos. Pero como no le daba en su sentimiento tirarlo a la calle como lo hacen muchos en la ciudad para quitarse de encima la responsabilidad que conlleva tener una mascota en casa, habló con un amigo propietario de una parcela por los lados de la población de Bayunca, al nororiente, para regalarselo, incluyendo la porción de concentrado para su manutención. Estando en la temporada de lluvias, tomó su aveo y en compañía de su hijo Baltazar, cargó con el animal desde Horizonte por los lados de la Circunvalar- Variante donde vive, con rumbo a tomar la Cordialidad y llegar a su destino final por los lados de Bayunca ;pero no tuvo en cuenta lo de la temporada invernal que tenía inviable los caminos rudimentarios para acceder a la finca y hacer entrega del animal, tal como lo había acordado con su nuevo propietario. Desesperado y aturdido por no querer volver con el animal a su casa, don Gumercindo no encontró otra que dejarlo abandonado en la vía en jurisdicción de la población antes mencionada.
Después de haber hecho ese acto que riñe con la moral y la decencia, don Gumersindo empezó a ser acusado por el subconsciente y ante las preguntas insistentes de sus hijas sobre dónde había dejado a Thor, volvió varias veces por el lugar en busca del animal, sin que la respuesta fuera positiva. Ante la búsqueda infructuosa empezó a considerar que había entrado a engrosar la población abandonada de los que ya no se quieren, que son los perros de la calle, como sucede con frecuencia en Koreia.
Cuando don Gumercindo comentó de haber botado su mascota a la calle, le preguntaron porqué lo había hecho, y si tenía conocimiento de las implicaciones a las que se exponía con la nueva ley de protección a los animales. Entonces contó la historia con los detalles completos que voy a señalar. Pero en cuanto a la segunda pregunta, dejó dudas.
Dije que esta historia la quería contar para concientizar y para que se difunda más esa ley que busca protegerlos del maltrato y el abandonado. Don Gumercindo es pensionado de la Armada y como no tiene obligaciones laborales que lo comprometan, acostumbra a levantarse tarde, pero una mañana muy temprano, lo despertaron los ladridos insistentes de Mateo, quien duerme en la terraza, y como no era normal, se asomó por la ventana para ver de quién se trataba. Pero ¡oh sorpresa! ,era Thor que aparecía después de mes y medio de haberlo dejado abandonado en la carretera.
Llamó a su mujer Dorotilde,y ella a regañadientes, le dio el beneplácito con un dejo de incredulidad. Thor entró en la casa sin pedir permiso, contento y dispuesto a recuperar su espacio ;pese a su debilitamiento físico.
Por fortuna esta historia con Thor tuvo un final feliz porque logró volver al seno de su familia de donde nunca debió ser sacado, pero normalmente no es lo que ocurre con los animales domésticos que se botan a la calle sin ninguna consideración.
Jose, el amigo confidente, le recomendó a don Gumercindo , que considerara su mascota, pues era de un gran valor lo que había sucedido. "Ese perro vale mucho. Conservelo ",le dijo.
Continuará.
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