Por: José Mendoza Jiménez
Continuación
Por las redes sociales circula un vídeo del garrochero en su caballo listo para recibir al toro de la faena, pero al toro embestir al animal en su integridad física, se tira de él, buscando donde refugiarse debajo de los palcos de la corraleja. El animal indefenso y sin ninguna protección no puede hacer lo mismo porque el toro no se lo permite. Cuando lo logra hacer, sale corriendo en su desespero, dejando en el camino las vísceras con torrentes de sangre. Se desploma moribundo en la corraleja del espectáculo, sin que nadie pueda hacer nada.
Aunque la ley 1774 no toca las corridas de toros ni las peleas de gallos, proteger al animal del peligro inminente al que se expone, debería ser mas del motivo de la conducta de los humanos frente a estos, pues no son cosas sino seres sintientes. Y es esto lo que el legislador busca concientizar con la ley.
Los perros abandonados en la ciudad es algo que dista de lo que ellos son para uno: un amigo incondicional en las buenas y en las malas. Aunque son muy educados cruzando calles y avenidas por las cebras, algo que algunos ciudadanos no hacen, sufren por las imprudencias de conductores que no los tienen en cuenta, muriendo atropellados o quedando gravemente lesionados ;además, algunos terminan muriendo de inanición por la falta de atención.
Esta historia que inicialmente tuvo un final feliz, sufrió un intempestivo desenlace que quiero terminar de relatar aquí. Tiempo después de haber elaborado este escrito, extraoficialmente se supo la noticia de que don Gumercindo no sólo se volvió a deshacer de Thor, obedeciendo ordenes de la matrona de su mujer Dorotilde, y el despiadado de su compadre Valentino, sino también de Mateo, con el que había decidido quedarse al deshacerse de Thor inicialmente ;dejándolos abandonados en Policarpa, al suroeste. Anastasia, su hija mayor y María Victoria la menor- a quien cariñosamente le dicen la Chilindrina- por la emulacion jocosa que hace del personaje que interpreta María Antonieta de las Nieves en el Chavo del Ocho ,nuevamente se opucieron, sin lograr persuadirlos de que no lo hicieran ;quedando muy compungidas, sin que nadie las escuchara en el pedido de protección de sus mascotas.
Articulito: dependiendo de los casos, la ley contempla de 36 meses de cárcel y multas económicas de 5 a 50 salarios mínimos mensuales vigentes. Según lo considere un juez de la república. Además de amonestaciones que imponga un inspector de policía en casos menores de maltrato a los animales domésticos y silvestres o amansados. Se dice que en el país, pueden existir 900.000 en esa situación de abandono.
Nota: cualquier parecido con la realidad, es pura coincidencia.
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