Por José Mendoza Jiménez
Continuación
El mototaxismo es una gran oportunidad si se canaliza esa actividad en beneficio de la ciudad y de quienes lo ejercen con entrega. Las mototaxis como hormigas trabajadoras, van en fila india buscando pasajeros para que les rinda el día. No es una actividad fácil de realizar. A veces, ante la falta de pasajeros, se pelean los pocos que hay para tantas motos dispuestas, ansiosos por hacer una carrera. Y deberían tener nuestra consideración como generador de mano de obra para una ciudad que lo requiere. El que se camuflen dentro de esa actividad vandalos y delincuentes, corresponde a la autoridad policial su control y vigilancia. Y que los jueces los dejen a buen recaudo para que no sigan causando daño a gente de bien.
Cuando le comenté a don Félix Arrieta que les habían devuelto las caretas, que las habían vuelto a poner en el sitio de donde habían sido retiradas- me imagino con la condición de que no se pueden cerrar las calles- me respondió: "imaginese, eso es como cuando Kiko le presta el balón al Chavo con la condición de que no lo vaya a patiar "¡el solo hecho de poner puertas a una calle pública ya es un problema de convivencia ciudadana, no solo de transitabilidad peatonal, sino de la movilidad que tanto afecta a esta ciudad! Esa no es la forma de enfrentar los problemas que uno tenga con la inseguridad. Aquí hay unas autoridades conformadas a quienes reclamarles con sobradas razones, si Cartagena es una de las ciudades más seguras de Colombia.
Articulito: el comandante de la policía Mecar no podrá decir que este problema no es de él. El que los del cuadrante se dedican a ejercer de agentes de tránsito sin que ello les corresponda, mientras descuidan a la ciudad en el tema de seguridad, llenan de razones a los nuevos dueños del espacio público, irremediablemente.
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