Por José Mendoza Jiménez
Continuación
Es lo que palpo, es lo que siento, es lo que veo. La realidad tajante no tiene corazón y desconoce el miedo al ridículo, a la pena. La realidad es omnipotente, ama y señor del día a día de muchas familias colombianas que no tienen quién les atienda. Las amas de casa que se han convertido en malabaristas de la economía, del ahorro del dinero que ya no alcanza para mercar, de sacarle el máximo provecho a las promociones para que rinda, estirandolo como un caucho ;en el supermercado compran una parte de los artículos para el hogar y en el mercado la carne ,la yuca la ahuyama, sin que en ello importe el sacrificio que acarrea. De muchos usuarios del servicio de transporte público que acá en la costa, le hacen la señal al esparrin- antes de embarcarse- con el índice girando a las 12,lo que quiere decir que cuenta con mil pesos para el pasaje que tiene un valor de $1.600.La de muchos padres de familia que retiran a sus hijos de la escuela o la universidad porque no hay con qué enviarles a estudiar. Los mismos fabricantes y productores que han asimilado la situación del consumidor, adaptandose a su bolsillo: hoy la gaseosa mini cuesta lo que anteriormente costaba la tamaño personal y, el tendero bien despacha $200 de aceite. El día a día de muchísimas familias no sólo en el presente sino en el futuro que no llega, que en su carrera vertiginosa, les es esquiva. Y no es la costumbre de la gente que cuando se tiene dinero no se piden los descuentos. El presidente no lo desconoce y se sincera con sus electores en que no lo dejemos a mitad del camino "para terminar la tarea "como su antecesor y está en su derecho pero, ¿será que este pueblo al margen del crecimiento, le creerá a las cuentas del presidente?
La laboriosidad, el sacrificio y la dedicación con empeño que mantiene a flote contra toda adversidad a los minoritarios del mercado. Las ganas de vivir y salir adelante en medio de las dificultades, de emprender y triunfar por los suyos, que buscan a todo costo, superar las dificultades en medio de la tormenta, ahora amenazada por la delincuencia común que los acecha con la microextorcion.
En medio del conflicto interno y de las dificultades, nos mantenemos y podríamos crecer más en un ambiente de paz, de seguridad y "prosperidad para todos "de verdad.
2021
Articulito: y aquí seguimos, siete años después, en medio de la bancarrota, con esta difícil situación que se vino a complicar más con la llegada de la emigración venezolana en mala hora y, la pandemia, donde hemos consumido los ahorros que teníamos dispuesto para una vida mejor ;haciendole frente a las cepas y/o variantes más peligrosa y resistente a no dejarse vencer tan fácilmente. De la que no somos ajenos de sus consecuencias, lo cual no deja de ser un llamado de atención para que nos cuidemos más y cuidemos el planeta en el que vivimos ;oyendo ya las nuevas propuestas electorales, mientras el pueblo raso sigue viendo por dónde meter la cabeza para no sucumbir en su existencia y hacerle frente a la difícil situación que ahora enfrenta como un sin fin trágico de su destino. Sinembargo, no se amilana por ello y sigue adelante como si nada, esperanzado siempre en un mejor porvenir para los suyos, que le ha sido esquivo, que se presenta con infulas de galanteo solo en tiempos electorales, que no son más que promesas que luego quedan en el olvido.
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