Por José Mendoza Jiménez
Continuación
A uno no le quedan sino sentimientos de dolor e indignación, de impotencia y tristeza,ver a los colombianos deportados de Venezuela y, los que lo han hecho de manera voluntaria temiendo una represalia mayor por parte de la Guardia Nacional Bolivariana, cruzando el río Táchira con grandes dificultades, con escaparate sobre sus espaldas.Y lo peor es que el presidente Maduro no retrocede en esas medidas sin los protocolos de seguridad establecidos internacionalmente para los afectados.La culpa de los problemas de Venezuela, según él, está de éste lado de la frontera y, como no tiene solución a la mano,quiere que se lo resolvamos.(el mismo Hugo Chávez reconoció en su momento lo extensa e incontrolable que es esa frontera.Asi que pedirle a Colombia que haga más, me suena a utopía).Las cosas no son así de fáciles y, él tendrá que hacer su parte dentro de los límites establecidos por la ley,respetandoles los derechos a los colombianos que vivan allá.Esto debe quedarle claro por parte de organismos como la Oea o la Unasur.El respeto a los derechos humanos de los colombianos,si son conscientes que han sido violentados por el régimen del país vecino, desconociendo las verdaderas causas de sus problemas que es subsidiarlo todo para sostener lo insostenible, el socialismo del siglo XXI.
Si como se rumora que Nicolás es colombiano, entonces no hay nada más que deducir : no hay cuña que más apriete que la del mismo palo.En todo caso los colombianos deportados de Venezuela, pueden estar seguros que han vuelto a la tierra de donde nadie los sacará a la fuerza."presidente Maduro, dijo el expresidente César Gaviria en Caracol radio, sus problemas y sus debilidades no las va a compensar persiguiendo a los colombianos como los está persiguiendo".
2022
Articulito: la grandeza de los pueblos no la miden sus líderes sino los lazos de amistad que los une.
Continuará
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