Por José Mendoza Jiménez
2019
Las cosas no siempre son como las pensamos y creemos y, cuando se nos dan, la sorpresa puede ser mayor.Desestimar que pudiera ocurrir cuando hurgaba para que así ocurriera sin tener en cuenta las consecuencias que generaría esa decisión de impulsar sin control tal determinación, no era de buena intención.Cuando se está contra el reloj, el margen de maniobra es menor, cuando hacemos de oídos sordos ante las suplicas de quien busca ser escuchado porque en su interior aguarda la fórmula de la solución del impase . Cuando ya no hay nada que hacer no queda otra que la resignación o como el ave fénix, volver a surgir de entre las cenizas con lo poco que ha quedado, si es que ha quedado algo, para empezar a ver un nuevo horizonte desde donde nos encontramos nuevamente, confiando en Dios.La realidad de los hechos así nos lo presenta como un desafío entre el bien y el mal en donde definitivamente gana el bien, muestra de ello es el avance tecnológico y científico de los últimos tiempos, sin precedentes en la historia de la humanidad, porque no es menor ése llamado desinteresado por los demás.La vida,mas pronto que tarde , nos da la razón cuando ya no queda mas espacio para las mentiras y excusas que sustenten el ego de la ambición enceguecida porque el otro mejore su calidad de vida.La vida nos va marcando la pauta y vamos descifrando en el camino , que no todo lo que brilla es oro.Nos vemos las caras pero no los corazones y no por ello hay que dejar de creer en un futuro mejor, no solo a nivel personal si no de la colectividad.La vida es así que le vamos a hacer pa' lante caminante que si no hay camino se hace camino al andar, nos recuerda el poeta.Y quien venga detrás que aligere el paso si quiere llegar pero que lo haga como ha de ser,sin llevarse por delante a los demás.De mi parte he de advertir que todos estamos llamados a participar en la construcción de la ciudad en donde vivimos , del país al que pertenecemos , del planeta que habitamos, que no deberíamos de dejar en las manos de los demás, las decisiones que nos corresponde tomar como ciudadanos o habitantes con deberes y derechos que nos atañen al terruño y a la sociedad de la que hacemos parte; de no ser apáticos a la responsabilidad que nos compete en su construcción.
Continuará
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