Por José Mendoza Jiménez
2017
La muerte de un amigo es algo que entristece grandemente, sobre todo cuando ocurre de manera intempestiva, inesperada.
Hoy estoy triste porque ha fallecido un gran amigo.Un amigo que me dió la mano en el momento en que lo necesite, que no sacó excusas,dadas sus múltiples ocupaciones como empresario . Un amigo interesado en ayudar al amigo necesitado.Asi era Don Abraham Ibarra Bustamante, gerente general de almacenes Magali París en la ciudad de Cartagena.
Me enteré de su fallecimiento la semana pasada por el periódico y fue algo que no esperaba.Uno nunca espera que un amigo se vaya sin despedirlo.La muerte es una sorpresa lamentable que no esperamos y nos quita la oportunidad de revivirlo.
Por una situación circunstancial de inexperiencia, había sido despedido sin justa causa de la empresa para la que trabajaba en la ciudad y,ante la indignación de los que no lo esperaron, los compañeros de trabajo, decidí escribirle una carta al presidente de la compañía con asiento en la ciudad de Medellín.Mi hermana, antes de enviarla, me pidió mostrarsela a Don Abraham Ibarra Bustamante que era su jefe y con quien trabajó durante 24 años.Y cual no sería mi sorpresa que de regreso me la trajo tachonada y con sugerencias de su puño y letra.Cosas que él consideró no debían ir en la carta, que podrían ser retaliaciones emocionales por haber sido despedido sin justa causa.Asi fue que con su aprobación,se le hicieron los cambios y correcciones de lo debido y, yo pude enviarle la carta al presidente de la compañía para la cual trabajé.Pero no solo eso, mi hermana también le llevaba recortes de mis escritos en las secciones de correspondencia de los lectores en el periódico y, me hizo un encargo: que le hiciera uno sobre la ciudad y se lo enviara.Y así lo hice.A la vuelta de unas semanas, me envió un periódico donde venía publicado el escrito que me había pedido, con una nota de su puño y letra para que visitara al director del periódico.
Estaba en los albores de la juventud y quería ser escritor, periodista.Y Don Abraham lo entendió y me brindó su apoyo incondicional,sin conocerme personalmente.Asi que en la menor brevedad, fuí a visitar al director del periódico Hoy Cartagena o Cartagena Hoy, Don Samuel Pinedo Bruges.
Cuando llegué me presenté como el hombre de la ciudad y todos los ahí presente quedaron preguntándose y¿Este con qué cuento vendrá? Hasta que se los expliqué.Don Samuel, de espalda sentado en una silla, se volvió hacía mi y me mandó a sentar."si quieres ser periodista te voy a hacer periodista.Ademas,vienes recomendado por Don Abraham y él no recomienda a cualquiera", me dijo.
Me preguntó qué nombre le pondría a la columna y yo sin pensarlo tanto le respondí: la otra cara de la moneda.A él le pareció bien.Me mandó a tomar la foto y, seguimos conversando.Creo que me llegó a publicar dos o tres columnas, porque desafortunadamente cuando en el periodismo a uno le toca recurrir a otras labores para mantener contento al estómago,es menor el tiempo que le puede dedicar.Y me alejé un poco de los escritos por un tiempo porque otras actividades me ocuparon.Estas palabras de reconocimiento, también lo son para Don Samuel.
En alguna ocasión, aprovechando su disponibilidad amistosa para con mi persona y, el deseo de aportar y apoyar en una causa afine con la difusión cultural, pedagógica y periodística, conversé con él vía telefónica, sin impedimento alguno de su parte, en la búsqueda de un patrocinio publicitario para la revista Aulas en Acción que mi profesor de bachillerato en el colegio Central de Cartagena, Carlos Menco Mendoza (QEPD), proyectaba publicar junto con su hermano Argemiro, también profesor en la universidad de Cartagena.Cuando su secretaria me comunicó con él,le pregunté si sabía quién lo llamaba (como si se tratara de un viejo amigo conocido),a lo que él me respondió que si no se lo decía no podía saberlo; nos fuimos en carcajadas y, pasé a identificarme y a explicarle el motivo de mi llamada.Don Abraham me escuchó con atención.Me habló de unas restricciones en la publicidad tenía y que en el momento no se lo permitían.No le insistí y la conversación llegó hasta ahí.Valga decir que el primer número de la revista vió la luz en noviembre de 1984.
Quice saber más sobre la personalidad de éste gran hombre del empresariado de la ciudad.Del hombre que junto con su hermano Don Ricardo, estuvieron al frente de esa empresa pionera de la ciudad, del aporte invaluable de la familia Ibarra Bustamante, dejando una huella de innovación y desarrollo en la ciudad.Y para ello entrevisté a Rosario Mendoza quien fue por largos años una de sus coequipera al frente de la organización.La siguiente es una síntesis de esa entrevista:"Son tantos momentos que compartimos con Don Abraham, empresario, patrón, jefe, amigo; que no alcanzaría a describirlos todos.Lo recuerdo como una persona de pasos a veces lentos,a veces rápidos pero firmes.Un ser muy humano, interesado por el bienestar de sus empleados, que estubieran bien.Humilde pero de carácter fuerte para los que no lo conocían como persona.Dentro de él había mucho amor por los demás.Era esa persona que saludaba a todos con amabilidad, con sonrisa franca.Tenia muchas historias que contar, sobre todo de caballos aficionados de los que era afines, las cabalgatas de la fiesta de la Candelaria;a todo le sacaba chiste y también se pillaba las mentiras o carretas.Recuerdo cuando al cantante Alfredo Gutiérrez le pegaron por las nalgas en Venezuela, sus amigos, que decían él se parecía a Alfredo,le mamaban gallo y, él se reía y les seguía la corriente sin molestarse.Siempre dispuesto a ayudar al que se dejara ayudar.Caballero ilustre de Cartagena, al igual que su hermano, Don Ricardo.Ayudaron con puestos de trabajo a mas de 1500 personas directo más igual de indirectos durante varias décadas, conocidos por todos los cartageneros por ser los dueños de almacenes Magali París ". Hasta aquí el resumen de la entrevista.
"La fórmula del éxito no es una ecuación sencilla.Servicio al cliente, calidad de la mercancía, mejores precios,solo son una parte del cúmulo de acciones dirigidas hacía este logro.Existen otros parámetros que demandan nuestros mejores esfuerzos: disciplina, entusiasmo, tenacidad, para citar solo algunos pocos,indudables aportes provenientes del núcleo más importante de la empresa,esto es, de sus empleados.Sobre ello queremos hacer hincapié pues el elemento humano es la base de empresas como ésta y así lo entiende esta gerencia.Este medio informativo servirá para resaltar el aspecto humano de nuestra organización y nosotros aspiramos ser sus mejores impulsadores..........
Quiero referirme a una cualidad del ser humano que cada día, por su creciente escacez, adquiere más valor, siendo sus poseedores dueños de un verdadero tesoro.Se trata de La Honradez, cualidad que el ser humano debe ostentar en todos los sitios públicos y privados, para poder ganar estima y respeto de su propia dignidad y de todos los que le rodean, siendo el conductor necesario para alcanzar buena fama y reputación.Ser honrado significa saber hacer la diferencia entre el bien y el mal;es no sólo el que jamás se apropia de los bienes materiales ajenos; también lo es aquel que no miente porque el que miente roba la confianza de quien le cree.Es honrado el que cumple con las funciones que se comprometió cumplir y no dilapida el tiempo asignado a las labores en actividades distintas a estas; desperdiciar el tiempo es tan deshonesto como sustraer dinero de las cajas.La responsabilidad que tenemos como padres de familia, jefes o compañeros es enorme, puesto que quienes nos rodean, con frecuencia son una imagen de nosotros.En muchas ocasiones nuestros valores morales resultan ser los valores morales de ellos.Debemos estar seguros de poder mirar hacía atrás y decir con orgullo:"mi hijo, colaborador o compañero ha seguido mis pasos".......
Algunas cosas siguen igual:Las románticas y sólidas murallas,las callecitas estrechas,las vendedoras de alegrias.No se mueven al ritmo del progreso porque son huellas que la historia ha querido conservar como recuerdo de cosas buenas de otros tiempos .........
El almacén del centro fue nuestra primera huella y, paso a paso, colocamos otras marcas que se han convertido en símbolo de trabajo y progreso de nuestra ciudad.Nuestra visión del futuro comienza al recordar las cosas buenas del pasado; por eso podemos decir orgullosos, Bienvenido Futuro, porque gracias a Dios,las buenas huellas que hemos dejado en 55 años han permanecido para guiarnos en los años venideros....."
Algunos apartes extractados de sus editoriales en el boletín Noti Magali, publicado por los empleados de su empresa, que hablan por si solo de su liderazgo como hombre empresarial, con una calidad humana volcada hacía el servicio, como se los había inculcado su padre, Don Abraham Ibarra Samudio, quien en 1938 lo inició tipo mostrador y en 1972, al delegar la administración en sus hijos, el negocio fué ampliado a autoservicio.
"Siempre teníamos en el cliente lo mas importante y se le atendía por igual fuese negro o blanco, rico o pobre, niño u hombre". Una filosofía de vida y de negocio inherente, indispensable hoy en un mundo cada día más globalizado y competitivo.
La ciudad es el lugar donde vivimos, nos educamos y trabajamos.Todos deberíamos ocuparnos de ella para que conserve su equilibrio en medio del desarrollo y no se desordene.Se mantenga Bella todo el tiempo.Don Abraham Ibarra Bustamante, me interesó en la ciudad en la que hoy vivo y de seguro le interesaba mucho a él la Bella Cartagena.Magali París la empresa que gerencio por muchos años no desapareció, se transformó en ÉXITO.
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