Por José Mendoza Jiménez
LA COMETAEn ese juego de elevar la cometa, aprendemos a llevarle el ritmo a la vida desde niños.Como el viento se mueve,le da rienda suelta para que se eleve en las alturas.Siempre bajo el control de su conductor.Sino toma altura, se le quita o se le agrega más cola que le sirva de equilibrio para elevarse.La cometa se eleva con el viento y sus aletas aplauden con algarabias la hazaña de elevarse en el cielo sin un motor que le dé fuerzas para sostenerse ,sin un motor más que el viento que lo sustenta y con quien juega, sin que nadie se lo impida porque ama su esencia y su libertad de volar como ella quiere.
Cuando la cometa se eleva, va pidiendo libertad.Una vez en las alturas, se establece con aplomo como ella quiere porque es libre de volar, porque se ha elevado en las alturas con el impulso del viento con quien juega.
Sus aletas revolotean con algarabias para darle realce, valor, que no está sola en este mundo de competición desenfrenada donde muchos corren desesperados por llegar a la meta,a la meta de no querer llegar porque resulta distante para quien no se esfuerza a tiempo en lograrlo.Llegar a la meta significa que no se ha corrido en balde.
Por eso yo mí amor, adoro la libertad comprometida, la tuya y la mía para que seamos felices en este mundo diverso de costumbres y culturas donde casi todo el mundo quiere hacer lo que le da la gana por no esforzarce un poco más en hacer las cosas bien, como debe ser.Porque queremos que nuestras soluciones a los problemas de convivencia nos la den los otros o las leyes, estando en nuestras manos la solución a algunos problemas cotidianos de convivencia.No renunciamos a nuestra comodidad aunque incomodemos al mundo en el que vivimos, que nos es benevolente, que no nos exige ser buena gente, que no le debemos nada y le debemos la vida entera porque solo eso tenemos y con eso contamos con ella para vivirla bien vívida, sin envidiarle a nadie porque todo lo tenemos si hay vida en abundancia.
La cometa pone a volar la imaginación y creatividad de quien la eleva como el amor que despierta en un hombre, la fascinación por el amor de una gran mujer que con su belleza e idoneidad,acapara su atención.Todo lo que ve a su alrededor lleno de felicidad como una bendición del cielo, difícil de no creer de verdad.El amor transforma lo increíble en creíble.He ahí la ocasión, el elevador envía telegramas, mensajes de petición al Ser Superior allá en el cielo, pidiéndole sus deseos y, en mi petición siempre estás tú, presente de día o de noche, esperando ser escuchado.No pierdo la esperanza en que te pondrás de mi lado, que escucharás mi plegaria y me cubriras con tú amor porque tú sabes cuánto te quiero y, aunque no me considero tu único admirador, si soy el que toca las puertas de tú corazón pidiéndote amor con insistencia,amor.
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