Por José Mendoza Jiménez Continuación A uno no le quedan sino sentimientos de dolor e indignación, de impotencia y tristeza,ver a los colombianos deportados de Venezuela y, los que lo han hecho de manera voluntaria temiendo una represalia mayor por parte de la Guardia Nacional Bolivariana, cruzando el río Táchira con grandes dificultades, con escaparate sobre sus espaldas.Y lo peor es que el presidente Maduro no retrocede en esas medidas sin los protocolos de seguridad establecidos internacionalmente para los afectados.La culpa de los problemas de Venezuela, según él, está de éste lado de la frontera y, como no tiene solución a la mano,quiere que se lo resolvamos.(el mismo Hugo Chávez reconoció en su momento lo extensa e incontrolable que es esa frontera.Asi que pedirle a Colombia que haga más, me suena a utopía).Las cosas no son así de fáciles y, él tendrá que hacer su parte dentro de los límites establecidos por la ley,respetandoles los derechos a los colombianos que vivan allá.Esto ...