Por: José Mendoza Jiménez Continuación La intransigencia en ambas partes se ha convertido en anarquía. Nadie quiere dar el brazo a torcer, porque cada uno abraza su justicia con orgullo, como una panacea, como un trofeo que no se tiene y se quiere tener y se lucha como si se tuviera por no tenerse. Lo alejamos con la soberbia exorbitante que engendra violencia, porque se quiere todo o nada y todo o nada no debería ser la consigna al reclamar derechos. Para ser legal, la protesta debe tener sus límites. Sino se consigue todos los objetivos trazados, algo es algo. Y hacerse sentir sienta precedentes. Es importante que no termine arruinando el objetivo buscado de cambio. La crisis por la pandemia plantea un serio compromiso de todos los entes del estado hacía el futuro consistente en la enseñanza que deja al reasumirlas desde una perspectiva de transformación pensada en el servicio. Se necesitará bajarle temperatura a la altivez, y sesensibilizarse con los dadamnifi...